El Helicoprion era un pez cartilaginoso parecido a un tiburón y que llegaba alcanzar un largo de siete metros. Apareció en los mares hace unos 280 millones de años atrás y se extinguió en el periódo Triásico.
La característica más destacada de esta especie eran sus dientes que estaban dispuestos en forma de espiral asemejando a una sierra de tipo circular. Mediante el estudio del cráneo de otra especie, el Ornithoprion se suponía que esta extraña dentadura estaba ubicada en la mandíbula inferior.
Los dientes eran aserrados por lo que se estimaba que eran carnívoros y que se alimentaban de ammonites, moluscos cefalópados, y su temible dentadura le permitiría destruir la caparazón de estos moluscos.
Todo esto en el campo de los supuestos; pero hace poco Científicos de la Universidad Estatal de Idaho (EEUU) han develado el misterio de la dentadura circular de este extraño pez en la revista Biology Letters de la prestigiosa Royal Society Británica.
Durante más de cien años sus dientes han sido materia de estudio e interés, tejiendose muchas hipótesis sobre su rara dentadura. Esta última investigación basada en imágenes obtenidas con scanners CT, mediantes las cuales recrearón en computadora la dentadura del Helicoprion y su forma de alimentarse, se han obtenido nuevos datos sobre esta curiosa especie.
Según el equipo de científicos se pudo determinar por primera vez como la dentadura en espiral se relacionaba con las mandíbulas. Arrojando luz a lo que se suponía hasta el momento, que el Helicoprion no tenía los dientes en la parte delantera de la mandíbula, sino que la colección de 15 a 18 dientes de sierra que estaba situado el centro de su mandíbula inferior.
No existían dientes protuberantes en el maxilar superior. Cuando el animal cerraba su boca sobre la presa, la espiral de afilados dientes rotaban hacia atrás, como una sierra circular. Probablemente el Helicoprion comía presas blandas, en lugar de criaturas con cáscaras duras.
De los alrededor de 100 fósiles de Helicoprion que han sido descubiertos, sólo unos pocos presentaban mandíbulas quebradas o desgastadas.
El Museo de Historia Natural de la Universidad Estatal de Idaho cuenta con la colección más grande de fósiles de Helicoprion del mundo.
A partir de la reconstrucción de la mandíbula, los científicos han podido determinar otras características del pez, con esta información el Museo de Historia Natural de Idaho está recreando a escala natural de un ejemplar de Helicoprion.