Conocido como el “Rey Sol” o “Luis el Grande”, nació con dos dientes, los incisivos centrales, por lo que se creía que había recibido la bendición de Dios. Aunque el haber nacido con dientes natales era señal de un buen augurio en muchas culturas, ya que se suponía que el bebe tenía características especiales, en otras se lo consideraba como un presagio diabólico. 

En el caso de Luis XIV se lo consideró como una bendición, ya que sus padres Luis XIII y Ana de Asturias tardaron 23 años en tener un hijo, y en consecuencia de poder engendrar un heredero. 

Luis XIV nació en Saint-Germain-en- Laye, en 1638 y tenía una mezcla de sangre, francesa, española, italiana y austríaca. Sus abuelos Enrique IV de Francia y María de Médicis, eran de Navarra e Italia respectivamente y sus abuelos maternos, Felipe III de España y Margarita de Austria, él era español y ella austríaca.

Luis XIV fue rey a los 5 años, bajo la regencia de su madre Ana de Austria, quien lo crió con bastante descuido y fue la responsable de su instrucción mediocre. Como su padre no creia que a su fallecimiento su esposa tendría la habilidad para gobernar Francia, en su testamento ordenó que un consejo regente gobernase en nombre de su hijo durante su minoría de edad, para así reducir el poder de la Reina. 

Pero al morir el Rey, esta lo anuló y se nombró como única regente y confió el poder a su primer ministro italiano el Cardenal Mazarino. No querido en los circulos franceses debido a su origen. Fue Mazarino quien le inculcó el sentido de la realeza y a servirse de los hombres. Pero durante esos años se produjeron las luchas civiles de la Fronda así llamadas por analogía con el juego infantil de la fronde (honda). Y con la mala administración de Mazarino y los nuevos impuestos creados provocaron la huida de la familia real, obligando a la familia real a llevar una existencia errante, que forjó el carácter del monarca y su determinación de imponer su autoridad sobre las demás fuerzas del reino. 

Luis XIV fue declarado mayor de edad en 1651 y el 7 de junio de 1654, y fue coronado rey de Francia en la catedral de Reims. 
Luis XIV comprendió la obligación de casarse con la infanta española María Teresa de Austria, hija de Felipe IV de España, porque así lo exigían los intereses de Francia. 
Al soberano nunca le satisfizo aquella reina baja y regordeta que hablaba con dificultad el francés pero cumplió con los compromisos y con sus obligaciones como esposo. Al menos, durante los primeros años de su matrimonio.

Luis XIV falleció a los 77 años y reinó durante 72 años, fue Rey de Francia, Príncipe de Andorra (1643-1715) y Conde de Barcelona (1643-52) como Luis II. 
Durante su reinado, Francia llegó a su apogeo, tanto en el plano político, militar y cultural, fomentó las artes y consolidó un absolutismo monárquico que resumió en la famosa frase “el estado soy yo”.