Ramsés II fue el faraón que reinó por el más largo período en la historia, alrededor de unos 66 años y se destacó por la gran cantidad de construcciones realizadas en su período que le dieron el apodo de faraón constructor.
Vivió hasta los 92 años aquejado por diversas dolencias, entre ellas una artritis muy molesta y graves problemas dentales producto de la gran cantidad de caries que tenía. Ramsés sufría de gingivitis con infecciones reiteradas de sus encías. El dolor era tan fuerte que debía tomar grandes dosis de calmantes que le eran suministrados en forma de una infusión de hojas de sauce trituradas y maceradas.
Según sus historiadores sus problemas bucales le provocaron una infección que fue la causante de su muerte.
Ramsés II era hijo del faraón Seti I y de su Gran Esposa Real, Tuya. Se sabe que tuvo al menos dos hermanas, y al parecer, un hermano llamado Nebchasetnebet, quien murió antes de alcanzar la edad adulta, con lo que Ramsés pasó automáticamente a ser el heredero. A finales del mes de junio del año 1301 a.C. fallece Seti I y Ramsés II asume el trono como rey del Alto y Bajo Egipto y Sol de los Nueve Arcos.
En los primeros años de su reinado se destacó en la defensa naval frente a los piratas de Shardana. Además realizó una expedición hacia Asia para pacificar a Palestina. En el quinto año de su reinado se produjo la Batalla de Kadesh, donde se encontraron los ejércitos egipcios contra los hititas comandados por el Emperador Muwatallis II. Si bien no fue un éxito militar brillante, se destaca como Ramsés pudo transformar una derrota segura en una victoria.
Su reinado se destacó por el afianzamiento de sus fronteras y la paz lograda con sus adversarios hititas a través de un tratado y consolidado más tarde con el matrimonio de Ramsés con dos hijas del rey.
Esto permitió un periódo de paz, prosperidad y desarrollo erigiendo la imagen del Faraón como un buen administrador que favoreció el desarrollo de las artes y las ciencias. Pasando a la posteridad como un gran constructor ya que construyó enormes obras, entre las que se destacan:
La ampliación del templo del dios Amón en Tebas y el de Abidos en Osireion. En Karnak terminó la gran sala hipóstila del templo de Amón y amplió el templo de Luxor. Erigió el Ramesseum en el Valle de los Reyes. También edificó una nueva capital en el norte del país conocida como la Ciudad de Ramsés y es considerada como la base política de Egipto durante cientos de años.
Sus historiadores indican que tuvo una gran cantidad de reinas, esposas y concubinas que le dieron más de un centenar de hijos. Pero su gran amor fue su primera esposa Nefertari, a quién le dedicó un templo.
El Faraón Constructor sobrevivió a muchos de sus hijos, inclusive a su primogénito quién murió misteriosamente, ya que no era común para la época llegar casi al centenario y a un reinado tan largo.