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Trabajos  

Diseños de márgenes cervicales coronarios.
Cómo y cuándo.

Autor: Dr. E. Fernández Bodereaua y Dr. Pablo Naldinib

Los márgenes coronarios de las restauraciones deben otorgar una integridad marginal con resistencia mecánica, compatibilidad biológica y cualidades estéticas, cuya configuración y complejidad dependerá del sistema de restauración elegido, metálicas, metaloplásticas,
metalocerámicas y cerámicas.

Introducción
La línea de terminación es el corolario a nuestra preparación
dentaria, que garantiza la integridad marginal, mecánica, biológica y estéticamente, pudiendo ser de diferentes conformación, según el sistema de restauración que se planee realizar. Los diferentes sistemas de restauraciones coronarias completas son: metálicas, metaloplásticas, metalocerámicas y cerámicas, teniendo cada una indicaciones específicas determinadas por las exigencias restaurativas del caso. Éstas deben contemplar factores preliminares como: 

a) grado de destrucción coronaria; b) historia clínica general y dental; c) edad; d) biotipo facial; e) exigencias, demandas y expectativas estéticas; f) durabilidad; g) posibilidades económicas, y h) predisposición del paciente. Entonces, la solución restaurativa puede requerir desde los procedimientos más conservadores, como la odontología adhesiva y frentes laminares de porcelana, hasta los más invasivos, como restauraciones coronarias completas, puentes o incluso implantes (figs. 1-4).

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Figura 1. Preparación de los elementos anterosuperiores
respetando un protocolo básico.

Figura 2. Coronas totalmente de cerámica (In-Ceram.Vita)
 Nótese la salud gingival, la forma, la proporción y la estética lograda.

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Figura 3. Preparación de los anteroinferiores con terminaciones
gingivales en chanfer para recibir coronas cerámicas puras.

Figura 4. Coronas cerámicas puras en incisivos inferiores. Nótese la alineación y la estética lograda.


Tallado o preparación dentaria
Los pasos o etapas y las técnicas de tallado o acondicionamiento de estos elementos deben respetar un protocolo básico, que puede variar según la bibliografía, pero el fundamento es invariable. 

Esencialmente, estos pasos son:
 
- Reducción oclusal.
- Reducción proximal.
- Reducción vestibular y lingual.
- Reducción proximal.
- Preparación del margen cervical o línea de terminación.
- Terminado y pulido final de la preparación.
 
En la presente descripción nos centraremos específicamente
en la preparación del margen o terminación gingival:
 
Margen de la preparación o línea de terminación
Es la zona donde termina la preparación, dependerá del tipo de restauración que se realice, del sector dentario y de la ubicación bucal. Representa la culminación de una preparación racional, y entre sus objetivos podemos citar: a) permite una adecuada visualización de la magnitud de tejido desgastado en sentido axial y apical; b) su nitidez ayuda a determinar la exactitud de la impresión tomada en esas localizaciones; c) facilita la correcta delimitación del troquel, y d) la evaluación de la adaptación de la restauración, tanto sobre el troquel como clínicamente. 
Como se ha mencionado anteriormente, tenemos distintas formas de terminación: a) chanfer o chaflán; b) chanfer con bisel; c) hombro recto; d) hombro recto con bisel y ángulo interno redondeado, y e) filo de cuchillo, borde en cincel, o bisel difuso (fig. 5).

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Figura 5. Diseños de márgenes gingivales. Hombro recto,
hombro recto con el ángulo axial redondeado, hombro recto con bisel, chanfer, chanfer con bisel y filo de cuchillo.

El chanfer es quizás la terminación de preferencia por su sencillez y conservación de tejido, permite un adecuado  escurrimiento del medio cementante, y establece un límite definido; su espesor es inadecuado cuando se pretende conseguir una buena estética o una resistencia mecánica. Su tallado se realiza con una piedra flama. Cuando se necesite la incorporación de un frente estético en la restauración, se deberá realizar un chanfer más profundo; su mayor espesor le confiere resistencia a la deformación mecánica y térmica. Este chanfer acentuado se realiza con una piedra troncocónica de extremo redondeado o una flama de diámetro más grande. A esta terminación se le puede añadir un bisel, con la finalidad de reducir la brecha o gap de desadaptación marginal de la restauración, permitiendo un acoplamiento más preciso en función de la angulación del mismo; su tallado se
realiza con una piedra cilíndrica con punta en techo de
rancho, en 90° o cónica, o una fresa múltiplefilo en forma
de flama (fig. 6).

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Figura 6. Esquema de terminaciones gingivales en hombro
recto con bisel. Se observa los diferentes espesores
de metal que se pueden conformar.

El hombro recto es un tallado marginal nítido y categórico,
requiere mayor profundidad de desgaste que el chanfer, y otorga resistencia a las restauraciones; contrariamente,
su ajuste marginal es deficiente. Es conveniente que su ángulo interno, o axiogingival, tenga conformación redondeada, lo que permite una mejor impresión, minimiza las deficiencias técnicas de laboratorio, favorece el escurrimiento del cemento y el asentamiento final de la restauración, evitando concentraciones de fuerzas en esa zona. Su tallado se realiza con una piedra troncocónica de extremo plano con ángulos redondeados.
Para mejorar su adaptación marginal podemos añadir un bisel conformando lo que se denomina “hombro recto con bisel y ángulo interno redondeado”, el cual preserva los beneficios del hombro recto como buen espesor de desgaste, que brinda resistencia a la restauración y espacio para la incorporación de materiales estéticos, y contrarresta su ajuste marginal deficiente.
Este diseño es muy utilizado porque combina potencial estético, de resistencia y precisión. Su tallado se realiza con una piedra troncocónica de extremo plano con ángulos redondeados, y el bisel con una piedra cilíndrica con punta en techo de rancho, en 90° o cónica, o una fresa de múltiple filo en forma de flama. 
Los márgenes en filo de cuchillo, borde en cincel o bisel difuso son escasamente nítidos, quedando relegados a situaciones comprometidas, como en los dientes con relación tejido duro-pulpa desfavorable, o inclinados para evitar un mayor desgaste, como el que exigiría un chanfer o un hombro. Es un tallado muy conservador del tejido dentario y respetuoso con la integridad pulpar, pero no es aconsejado por su escasa nitidez y escasa reducción dentaria, lo que provoca restauraciones muy delgadas y poco resistentes, pudiendo acarrear problemas técnicos durante el colado del metal, como un deficiente cubrimiento o deformaciones del mismo por liberación de tensiones acumuladas. Para lograr mayor
resistencia hay que incrementar el espesor del metal, lo
que conlleva una restauración sobrecontorneada. Su exigua
delimitación no permite evaluar con exactitud la adaptación de la restauración; además, su espesor limita las posibilidad de utilizar materiales estéticos. Localización de los márgenes gingivales
La ubicación de la línea de terminación debe tender a alejarse de la encía siempre que sea posible, pero hay situaciones
en que nos vemos obligados a localizarla subgingivalmente:
al remover caries u obturaciones en esa
zona; ante la necesidad de mayor extensión a fin de lograr
una mayor longitud del pilar para una retención adicional;
pobre higiene oral; susceptibilidad a las caries, o simplemente por razones estéticas, evitando la visualización del margen de la restauración, siempre que las características morfológicas de la encía lo permita3.
La localización supragingival posibilita la correcta evaluación
de la línea de terminación tanto en la boca como en la impresión y el modelo, a la vez que preservamos la salud periodontal. Si se debe operar dentro del crevice gingival habrá que observar las medidas necesarias para no producir ninguna lesión sobre los tejidos gingivales durante las maniobras operatorias. Durante estas maniobras, los tejidos blandos serán separados preventivamente del instrumental rotatorio a través de la colocación de hilo retractor o la utilización de instrumental de mano.
Estas maniobras pueden causar alguna alteración, aunque
de carácter transitorio, en relación con la lesión permanente
que produce el instrumental rotatorio al cortar el tejido, alterando su conformación marginal, especialmente de forma vestibular, donde resultan más vulnerables y susceptibles a las lesiones causadas.

Diseño de márgenes cervicales en restauraciones coronarias completas 

Preparación para corona metálica
En una restauración coronaria completa de metal, su margen periférico se circunscribe únicamente a un solo material, el metal, que realiza el cierre o acoplamiento restauración-diente. 
Esta situación simplifica enormemente la labor técnica frente a restauraciones mixtas, como las metalocerámicas o las metaloplásticas, en donde  debemos conciliar dos materiales muy disímiles para lograr resistencia, precisión, comportamiento biológico y estética. Con la restauración metálica no podremos brindar estética, pero sí se debe garantizar resistencia, precisión y comportamiento biológico.
La resistencia del metal la otorga su volumen, que deberá
resistir deformaciones mecánicas y térmicas. La resistencia
mecánica debe soportar adecuadamente la presión hidrostática de escurrimiento del medio cementante durante el asentamiento de la restauración y el ciclaje funcional y parafuncional. La resistencia a la deformación térmica debe soportar la liberación de tensiones producidas durante el proceso de colado y el posterior enfriamiento del metal sin distorsionarse. Si se realiza un ángulo demasiado agudo durante el encerado, la cera que cubre el bisel resultará muy delgada, tendiendo distorsionarse al retirarlo del troquel y al investirlo con
revestimiento refractario para ser colado.
La precisión o ajuste marginal estará relacionado con la resistencia a la deformación, anteriormente mencionada, y con el diseño geométrico del margen. El diseño de la línea de terminación más adecuada es en forma de chamfer4, o chamfer con bisel, ya que permite un tallado conservador del tejido y a la vez un espesor de metal para una adecuada solidez y un buen ajuste. El biselado del borde cavo periférico del margen de la preparación dentaria ofrece geométricamente ciertas ventajas en la precisión del ajuste marginal, siendo directamente proporcional a la inclinación del bisel.
Es importante establecer los parámetros o referencias para la medición de la angulación del bisel, la cual puede estar en relación con: 

a) el ángulo formado por la proyección de la superficie biselada y la pared axial5;b) el ángulo formado por la superficie biselada y la proyección de la superficie externa dentaria, y c) el ángulo formado por la proyección de la superficie biselada una línea horizontal o bien perpendicular al eje axial dentario6 (figs. 7,8).

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Figura 7. Los parámetros o referencias para la medición de la angulación del bisel pueden ser: a) relación al ángulo formado por la proyección de la superficie biselada
y la pared axial; b) relación al ángulo formado por la superficie
biselada y la proyección de la superficie externa dentaria, y c) al ángulo formado por superficie biselada una línea horizontal o bien perpendicular al eje axial dentario.

Figura 8. Relación del instrumental rotatorio y la angulación del bisel.

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Figura 9. Configuración geométrica del bisel en relación con la discrepancia vertical.

En nuestra descripción mediremos la angulación del bisel en relación con el ángulo formado por la proyección de la superficie biselada y la pared axial. El bisel ayuda a reducir la discrepancia marginal producida por alguna interferencia en el asentamiento de la restauración. 
Un ángulo agudo de oro, además de mejorar la adaptación, permite ser bruñido optimizando la misma. El ángulo óptimo para un bisel es el que permite un espesor apropiado de metal, aproximadamente de 45°, siendo el hombro el peor diseño de margen para una restauración colada por establecer una junta tope.

La configuración geométrica del bisel proporciona un margen de disposición oblicua reduciendo la discrepancia marginal en relación con la vertical que pudiera existir de la restauración. El bisel, al mejorar el ajuste marginal, consecuentemente reduce la cantidad de cemento interfacial expuesto, reduciendo su potencial solubilidad, el atrapamiento de la placa bacteriana y la irritación gingival cuando su localización es subgingival. La exposición del cemento se reduce con una mayor angulación del bisel reduciendo el cierre periférico y aumentando la predecibilidad y la duración de la restauración; sin embargo, cuando esto se logra, puede interferir con el completo asentamiento de la restauración debido al incremento de la presión hidrostática ejercido por el cemento excedente al fluir a través de la reducida interfase (fig. 9).
El bisel ayuda a regularizar el borde cavo periférico de la preparación, al eliminar zonas de prismas de esmalte sin soporte, garantizando la uniformidad del mismo. Algunos autores le confieren cualidades retentivas al incrementar la longitud oclusivo-gingival de la preparación. El tallado del bisel se realiza con una piedra cilíndrica con punta en techo de rancho, en 90° o cónica, o con una fresa de múltiple filo en forma de flama. La angulación del bisel depende de la configuración del instrumental rotatorio, para una angulación mayor se utilizará una piedra en punta cónica más aguda, al igual que una fresa flama más delgada, mientras que para un bisel de menor angulación la punta de la piedra deberá ser más obtusa o la fresa flama más gruesa.
Preparación para corona de porcelana fundida sobre metal
La línea de terminación debe poseer el diseño apropiado para esta restauración, cumpliendo con sus requisitos.

Varios son los diseños sugeridos, entre los cuales podemos
citar: hombro recto, hombro biselado, hombro en 130°, chanfler y chanfler biselado7.
Hay autores que demuestran matemáticamente que la interfase marginal de colados de oro podrían reducirse por el uso de líneas de terminación biseladas8. Esta angulación no debería ser menor de 45° para ser efectiva, y que angulaciones de más de 70° obtendrían una mayor reducción de las filtraciones, pero esto produciría un bisel largo que invadiría la totalidad del surco con los consiguientes perjuicios; además, esto produciría deformaciones posteriores a la cementación por el efecto de la presión hidrostática.
El hombro recto es una terminación nítida y fácil de delimitar en el laboratorio, que permite un buen volumen cerámico. El ángulo interno axiopulpar debe ser redondeado para disminuir la concentración de estrés; además, facilita su preparación, tiene menor posibilidad de producir socavados o retenciones, obtiene una resistencia a la distorsión marginal y una transición conveniente hacia un chanfler lingual9. Es el diseño apropiado para márgenes de porcelana, ya que brinda un volumen y soporte adecuados.
La realización de un hombro inclinado reduce el desgaste dentario, pero requiere un diseño delgado del metal o la confección de una virola metálica. 
Diseño de márgenes cervicales vestibulares para una corona de porcelana fundida sobre metal Sin lugar a dudas, el área cervical vestibular de las preparaciones, así como el de las terminaciones de las restauraciones protésicas, constituye una de las zonas más críticas o más sensibles, sino la más delicada. 
Esto se debe a que debemos conciliar aspectos biológicos,
mecánicos y estéticos; por tanto, ésta debe acoplar con precisión al margen dentario tallado, sin producir desadaptación o sobrecontorno, respetar las estructuras
gingivales, no atrapar placa ya sea por retención física o adherencia química, poseer una adecuada resistencia estructural para soportar las deformaciones o distorsiones producidas por la contracción volumétrica de la porcelana durante sus cocciones, y por la presión hidrostática por el agente cementante durante la fuerza de asentamiento de la restauración y, por último, proporcionar un efecto cervical agradable, desafío que obliga a disimular, enmascarar o esconder la emergencia metálica, o a su eliminación vestibular por completo. Entonces, esta realidad nos condiciona a la confección de tres posibilidades técnicas de solución: virola o collar metálico, borde delgado de metal y márgenes de porcelana.
Virola metálica. Para definirla podemos mencionar que quizás sea la solución más auténtica y sincera que podemos brindar, ya que el metal en estas restauraciones mixtas existe, está presente y nos ofrece todas sus bondades, pero en el momento de emerger desde su interior hacia la superficie queremos ocultarlo, disimularlo o enmascararlo. La virola metálica constituye un collar vestibular que nos provee una adecuada adaptación con mínima interfase, suficiente rigidez y una aceptable respuesta periodontal10. Ésta puede utilizarse con cualquiera de las terminaciones periféricas señaladas para este tipo de restauración, hombro, hombro con bisel y chanfler profundo.
Debe tener un espesor que garantice la rigidez contra la
contracción de la porcelana durante su cocción, aproximadamente de 0,8 mm de ancho (fig. 10).

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Figura 10. La virola metálica en las terminaciones cervicales
debe tener un espesor que garantice rigidez contra
la contratación de la porcelana durante su cocción.

Por razones exclusivamente estéticas en el sector anterior
a veces debemos localizarla dentro del crevice o surco gingival, como cuando los contornos gingivales son visibles durante la sonrisa, para ello debemos contar con una profundidad del surco apropiada para alojar la virola sin dañar las adherencias epiteliales, también debemos considerar la posibilidad de la recesión gingival, la cual dejaría expuesta el metal con su resultado desagradable, y en casos de márgenes gingivales delgados el metal se transluce a través de la encía provocando un efecto de sombra oscura cervical.
Cuando el collar metálico se combina con una preparación
biselada, como puede ser hombro con bisel, ésta debe tener características específicas: reducir la angulación de los biseles, con una inclinación de 30° aproximadamente, y su longitud para posibilitar una mejor localización dentro del surco gingival y una menor contracción del delgado margen de metal que cubre el bisel durante las cocciones y enfriamientos. Esta contracción del metal provoca que la restauración contacte prematuramente en la zona del bisel, impidiendo su completo asentamiento; cuando indebidamente cubrimos la virola metálica con porcelana, al ejercer presión para asentar la corona, el delgado metal que cubre el bisel se flexiona, produciendo la inmediata fractura de la cerámica, debido a que ésta no soporta ninguna flexión11. Por ello, el metal debe poseer suficiente volumen para resistir mejor las contracciones; se debe evitaar diseñar biseles delgados y largos. La deformación del metal puede ser por tracción y por contracción. La primera resulta de la contracción de la masa cerámica que tracciona al metal centrípetamente, y la segunda por encogimiento, contracción o retracción del metal por sucesivas cocciones.
Cuando la corona es totalmente metálica, el bisel puede tener una angulación de 45°; mejor si es de oro, pues este metal permite copiar mejor las zonas delgadas y admite cierta deformación a la presión, posibilitando un mejor asentamiento de la restauración.
Borde delgado de metal. Como ya dijimos anteriormente, la virola metálica resulta un problema estético en el momento de emerger la subestructura metálica desde su interior hacia la superficie; equivocadamente, queremos ocultarlo, disimularlo o enmascararlo cubriéndolo con porcelana. Esto implica el adelgazamiento del metal vestibular, produciéndose un fino collar o delgado borde metálico, que es cubierto por porcelana opaca y porcelana de recubrimiento hasta el borde externo de la restauración.

Esta técnica es difícil de realizar sin producir un sobrecontorno cervical, la exposición del opaco o del metal, lo que dificulta su pulido y su superficie permanece rugosa, con su consiguiente atrapamiento de placa y sus repercusiones periodontales. La cobertura cerámica resulta incompatible con el delgado y flexible borde metálico existente, pues este material no resiste las flexiones y se quiebra. Las cocciones sucesivas de la porcelana producen contracción periférica, impidiendo el asentamiento completo de la corona de porcelana; al ejercer presión para asentar la corona, el delgado metal que cubre el bisel se flexiona, produciendo la inmediata fractura de la cerámica, debido a que ésta no soporta ninguna flexión. Tambien se planteó como posible causa de esta deformación la relajación depués del estrés del  colado durante su oxidación12,13. Campbell y Pelletier sugieren que, para disminuir la distorsión del metal antes de la aplicación de la porcelana, se puede realizar un ciclaje térmico del metal a la temperatura de oxidación inmediatamente después del colado. La preparación en hombro es preferible cuando se diseña un delgado borde de metal, pues provee una mayor rigidez del metal en esa zona.

Márgenes de porcelana. Es la conformación totalmente cerámica del contorno vestibular de la restauración coronaria metalocerámica, la cual permite mejorar significativamente
la estética al eliminar el contorno marginal metálico. Esta nueva conformación exige cambios clínicos en la preparación dentaria y añade pasos técnicos para su confección en el laboratorio. El bloque de porcelana dispuesto de forma bucal necesita un adecuado soporte, que era proporcionado por el contorno metálico y ahora debe ser dispensado por la estructura dentaria cervical, la cual debe ser acondicionada para tal propósito a través del tallado de un hombro vestibular extendido hasta la mitad de las caras proximales mesial y distal, que debe tener 90°, con el ángulo interno redondeado y de 1 mm aproximadamente de ancho; se estable un plano que se oponga perpendicularmente a la dirección de las fuerzas oclusales transmitidas a través de la restauración; el borde cavo periférico debe ser liso y regular realizado con fresas de pulido, puntas de goma e instrumentos de mano14. Está contraindicada la realización de un hombro inclinado o un chanfler por brindar un inadecuado soporte y dejar ángulos delgados de cerámica propensos a la fractura durante el asentamiento de la restauración o una desadaptación marginal por contracción durante su cocción15.
El recorte del metal permite un mayor volumen de masa cerámica con el consiguiente aumento de la translucidez e iluminación cervical, proporcionando vitalidad a esta zona que generalmente pierde profundidad por la presencia de la porcelana opaca y el metal subyacente. El recorte del metal se puede realizar en dos localizaciones, el hombro y por encima de éste, siendo esta última la que brinda más iluminación de la estructura dentaria, pero a su vez la que más carece de soporte y con menor resistencia a las fuerzas tensionales (figs. 11-14). 

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Figura 11. La correcta localización del metal en un hombro recto permite un mayor volumen de masa cerámica, con el consiguiente aumento de la translucidez, proporcionando vitalidad a esta zona.

Figura 12. Restauraciones plásticas con gran deterioro morfológico y estético.

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Figura 13. Preparación de los elementos en pilares.

Figura 14. Vista de los pilares. Obsérvense las terminaciones
gingivales en el hombro recto vestibular para soportar
cerámica de hombro.

Además, las porcelanas presentan una menor retención de placa bacteriana debido a las bajas fuerzas adhesivas entre la placa y la superficie de la cerámica16, optimizando la respuesta gingival. Existen diversas técnicas para la  confección de los márgenes cerámicos: uso de una matriz de platino, troqueles refractarios, aplicación directa sobre el troquel de yeso con el empleo de separadores, variando el tipo y composición de la porcelana en cada caso. Estas porcelanas marginales deben tener su punto de fusión entre 20 y 30° superior al de la porcelana de cuerpo, lo que permite no alterar su adaptación por contracción durante las siguientes cocciones (figs. 15 y 16). 

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Figura 15. Modelo de trabajo con máscara gingival de silicona.
Nótese la reproducción de las terminaciones cervicales para el asentamiento de la cerámica.

Figura 16. Restauraciones terminadas en boca.

Preparación para corona  de porcelana pura (Metal-Free). Los requisitos esenciales de cualquier tipo de restauración son que ésta sea resistente, duradera, precisa, funcional y estética. Por ello, la preparación del hombro debe ser bien definida y con una adecuada anchura para aumentar la resistencia a la fractura, debido a que esta área de la porcelana soporta y transmite las cargas hacia el hombro17,18. Por ello, es necesaria una excelente adaptación de la restauración cervical, porque sólo un íntimo contacto, con una delgada capa de cemento, proveerá el adecuado soporte y, por ende, la mayor resistencia de la porcelana. El ángulo interno del hombro debe ser redondeado, para reducir la concentración de fuerzas. El uso de cementos adhesivos eleva la resistencia de las coronas a la fractura. La utilización de hombro recto con ángulo interno redondeado es recomendado para las coronas de porcelana pura que no utilicen sistemas de adhesión al  tejido dentario, mientras que tanto el hombro recto con ángulo interno redondeado o el chanfer pueden ser seleccionados para las coronas de porcelana pura que utilicen sistemas de adhesión al tejido dentario19,20. La preparación del hombro, según la técnica utilizada, puede realizarse en 90° o en ángulo ligeramente agudo, redondeando el ángulo axiogingival. El procedimiento de tallado es similar al de una corona metalocerámica, pero en este caso existe la necesidad de crear un hombro de 1-1,5 mm de anchura circunferencial21, adecuándose a las caras del elemento a tallar y proporcionando una preparación más conservadora. La profundidad de tallado se ubica en el rango de 0,5 a 1 mm22,23, dependiendo del color y la translucidez del sistema seleccionado. Para la terminación gingival vestibular, se puede tallar a 0,5 mm subgingivalmente, con una conformación lisa y continua, evitando la inclusión de biseles  en todo el perímetro del hombro, cuyo ángulo cavo superficial será de 90 a 120°.
El tallado del hombro adecuado a las diferentes caras del elemento proporciona una preparación asimétrica que proporciona soporte y resistencia e impide el giro de la corona. 

Conclusiones
Cualquiera que sea el sistema de restauración elegido, su configuración marginal debe garantizar la integridad mecánica, biológica y, cuando sea necesario, estética. El conocimiento y el respeto del comportamiento de los materiales involucrados en su confección debe ser excelente para obtener un buen resultado clínico. El desarrollo de una integridad marginal precisa, segura y perdurable debe continuar, independientemente del progreso de los sistemas de cementación. 


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Dr. E. Fernández Bodereaua
Catedrático de Clínica de Prótesis Fija. Facultad de Odontología. Universidad Nacional de Córdoba. Argentina.

Dr. Pablo Naldinib
Docente de Clínica de Prótesis Fija. Facultad de Odontología. Universidad Nacional de Córdoba. Argentina.

 

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